Hace unos días hice un test para conocer mi perfil psicológico, mis aptitudes, capacidades innatas… ese tipo de cosas; y esto me ha hecho reflexionar sobre la transformación que sufrimos a lo largo del tiempo.
En definitiva, nacemos como gusanillos verdes que a duras penas se mueven por la vida y con el tiempo, la adaptación y la evolución nos convertimos en mariposillas preciosas capaces de sobre volar el mundo y aportar algo más de belleza a éste, si todavía cabe; o no…
Valla, según el test y un pequeño vistazo hacia atrás en el diario de mi vida, parece que no, que en realidad, nos vamos volviendo con el tiempo cada vez más gusanos y menos mariposas.
¡Yo venía pensando que era un explorador nato! Un escalador de desafíos, un animal capaz de devorar el mundo entero de dos vocados..Me miraba en el espejo y veía un tipo con aptitudes valla…
Mientras hacía el test y pensaba:
Has viajado solo por el mundo, acompañado, en bicicleta, sin bicicleta, has escalado en Himalaya y te has bajado de fiesta a Tarifa… ¡Si hasta llegastes a meditar durante cuatro horas seguidas para no tener que dormir 8 y aprovechar mejor el tiempo!
Pero resulta que ahora la realidad que desvela el test es que eres más bien un tipo normalito que no toma riesgos innecesarios y que no mezclaría vino con aromas de frutos rojos con coca cola…
Que te estás volviendo predecible y que, con toda probabilidad nacieras ya así, o por lo menos predestinado a terminar así, y que todo lo anteriormente descrito, no deja de ser un conjunto de anécdotas de junventud, que ya puedes comenzar a contar en las reuniones con amiguetes de los sábados por la tarde.
Que del explorador ese que recuerdas, te quedan solo las fotos y alguna postal que otra (antes había postales, eran unas fotos impresas en cartón que se podían escribir por detrás y mandar por correo, que era un servicio de mensajería estatal).
¡Valla cabreo que me he cogido con este test!
Ahora soy un EX más de esta sociedad de fases acomodadas, o no…
Con este tipo de tests evalúan las empresas a las personas para comprobar lo adecuadas que son para los puestos que necesitan cubrir. Lo que me lleva a pensar que estas empresas no quieren mariposas que pongan alas a sus entresijos socio laborales, sino más bien gusanillos verdes que se arrastren sin hacer demasiado ruido y convencidos de que la vida les ha brindado la oportunidad de pertenecer a una comunidad super estable de gusanillos verdes.
Dicho esto por cierto, con todos mis respetos por estos gusanillos que un día hemos sido, y otros días todavía somos, y con especial cariño por los gusanitos de seda.