Parece que cada vez más, los profesionales de la comunicación tienen más presente que las imágenes tienen un gan poder comunicativo que no solo es expresivo -ya que entendemos que comunicar es algo que involucra a todos los implicados-, sino que es sobre todo sugestivo.
Se trata de un poder que cada vez se usa más en prensa con fines documentales, aunque más bien diría yo que su uso se centra en aportar significados a las personas sin que sean conscientes de ello -sin mala intención a priori-.
En los cursos sobre fotografía terapéutica y participativa, analizamos estas situaciones para comprobar cómo nos afecta esto a las personas emocionalmente y como podemos trabajarlo para consumir información de una forma más saludable.
Veamos el caso de estos días en Cataluña; todas las escenas tienen dos lecturas constantes, según los bloques de interlocución que las crean.
Por ejemplo, en estas dos portadas de dos medios relevantes. La primera imagen es del medio El Pais en la que se busca explicar lo que ha sucedido mediante una imagen y un titular. La imagen muestra el hemiciclo catalán en el momento en el que se aprueba la ley que inicia el proceso del referendum. El referendum, refrendado de forma unilateral, es un hecho que carece de valor real “jurídico” y aquellos que defienden la ley vigente han abandonado el lugar minutos antes de la votación. Así, en la foto aparece, un espacio dividido en dos partes, una con personas aplaudiendo el éxito de su movimiento y otra completamente vacía. Es una imagen que enfatiza esta división con el encuadre y que además nos muestra un hecho destacable en primer plano: que las dos personas que encabezan el movimiento no celebran con el resto del grupo el hito conseguido, sino que lo hacen ajenos a los demás, centrados en sus acuerdos.
Al mismo tiempo, en el diari Ara aparece esta imagen completamente diferente sobre el mismo acto. Este medio también explica lo que ha sucedido. Sin embargo, quiere contar otra historia completamente diferente. Se abre el plano y se ve todo el hemiciclo, dando amplitud y así, sensación de transparencia informativa. Se respira normalidad y tranquilidad, ante los hechos. Los representantes de los catalanes están cómodos en el acto, a pesar de que otros digan que es ilegal.
Entonces, ¿qué es lo que sucedió allí? ¿Hubo normalidad? ¿Crispación? ¿Nos están informando de algo, o nos están ayudando a crear opinión?
Si somos lectores habituales de un canal, mediante estas prácticas comunicativas, su mensaje puede calar en nosotros sin que seamos conscientes del discurso que encierra, y esto nos puede llevar a defender posturas “institucionales”, con las que quizá, no estemos completamente cómodos. Ser más conscientes visualmente de lo que consumimos nos puede ayudar a estar mejor con nosotros mismos y con los demás.