Cada día aparecen nuevos test en la red sobre las nuevas cámaras de fotos para aficionados y profesionales.
Es muy interesante. Se habla de calidad, pero no de valor…
¿Cuanto valen nuestras necesidades fotográficas? Pues depende…
Ahora los test que circulan por la red sobre “calidad de imagen” están muy enfocados a activar el consumo de las últimas tecnologías.
Ya hace unos días reseñé un artículo que comparaba la calidad de imagen entre una cámara de 500€ y otra de 30.000€. ¿Era la diferencia de calidad significativa en 50 veces como la diferencia de precio? La verdad, es que ni siquiera era distinguible, hasta que no ampliáramos la imagen sobre papel en más de 1m de lado.
Esto tampoco quiere decir que una cámara compacta pueda desempeñar la función para la que está diseñada una cámara de formato superior.
El valor económico del equipo también determina lo que ha de cobrar la empresa por el servicio. De hecho, los equipos digitales son inversiones muy fuertes que han de amortizarse…
Un usuario que se gasta 300-500 € en una cámara de fotos puede quedar satisfecho durante años con su equipo, pero ¿y el profesional?
Este se ha de gastar bastante más y este coste ha de repetirse al cabo de unos años (4-5 siendo optimista).
No quiero meterme en el campo de las amortizaciones, así que me planto aquí.
Podríamos decir, que el valor del equipo lo determinan nuestras necesidades.
¿Conoces tus necesidades?